Los probióticos o bacterias existentes en los alimentos fermentados mejoran la flora intestinal (también conocida como microbiota intestinal), lo que se traduce en una mejor asimilación de los alimentos y sus nutrientes.
Es por ello, que al consumir estos alimentos contribuimos al equilibrio, mantenimiento y regeneración de nuestra microbiota.
Dentro de sus beneficios, podemos nombrar los siguientes:
- Tienen la capacidad de reponer y apoyar nuestra microbiota (billones de bacterias que viven en el tubo digestivo). Lo que está directamente relacionado a nuestra salud digestiva y bienestar a nivel general.
- Los alimentos se hacen más digeribles. Esto se produce ya que la fermentación predigiere los alimentos, aumentando la biodisponibilidad de los nutrientes, eliminando ciertos antinutrientes, e incluso en algunos casos adicionando nuevos nutrientes. Por ejemplo, para aquellas personas que las legumbres les genera molestias estomacales o hinchazón, una excelente forma de consumirlas evitando esos malestares, es con el TEMPEH (alimento fermentado a base de legumbres, alta el proteínas).
- Es la forma más sana de preservar alimentos, lo que conlleva un aporte al medioambiente.
- Permite experimentar nuevos sabores. Se sorprenderán de las exquisitas preparaciones que se pueden hacer a través de la fermentación.